La igualdad de género se refiere a la uniformidad que debe existir en cuanto a derechos, responsabilidades y oportunidades entre hombres y mujeres. La igualdad no significa que, tanto mujer y hombre sean lo mismo, sino más bien que dichos aspectos no dependen del sexo con el que se nace. Para alcanzar la igualdad de género se debe trabajar en favor de las necesidades e intereses particulares, reconociendo la diversidad de las diferentes poblaciones e individuos.
A lo largo del tiempo las mujeres y niñas han tenido un lugar subestimado en la sociedad, en donde se hacen notorias las diferencias no solo entre las oportunidades que reciben respecto a los hombres, sino también en el respeto de sus derechos y su capacidad para elegir libremente en distintos temas relacionados con la sociedad. Lo anterior ha influido tanto de manera directa como indirecta en su bienestar y su desarrollo como personas en la sociedad, dependiendo del contexto social en el que se encuentren. Actualmente, se han tenido algunos avances respecto a la igualdad de género, sin embargo, en muchos países se sigue subestimando a la mujer y el papel que ésta puede alcanzar en la sociedad.
Existe un objetivo dentro del desarrollo sostenible que se centra en la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres. Busca reducir cualquier forma de discriminación a mujeres y niñas, para que estas como plantea la ONU, puedan tener igualdad en “el acceso a la educación, a atención médica, a un trabajo decente, y a una representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas y así impulsar economías sostenibles” 1. Siguiendo esta línea, es fundamental resaltar la importancia de la igualdad de género en la salud, pues todas las mujeres tienen un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento social.
Al hablar de salud, no solo se atiendes asuntos de los aspectos del cuidado físico de las personas. Se refiere además a los aspectos emocionales, psicológicos y sociales, por ello, al darle a mujeres y niñas la importancia que merecen, al ayudarlas en su empoderamiento y darles a conocer sus múltiples derechos para que asuman su papel fundamental en la sociedad, se están trabajando también la salud enfocada al bienestar de todas las mujeres, pues se les incentiva psicológicamente en la autonomía y la confianza hacia sus capacidades y aptitudes.
¿Por qué es importante trabajar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres?
Es importante porque las mujeres a lo largo de la historia e incluso en la actualidad, que tienen más herramientas, pueden decir que aún sufren de miradas intimidantes, frases de acoso, maltrato físico, psicológico. En ese sentido, necesitan reconocer cuándo se les están vulnerando sus derechos, tener espacios en los que puedan decidir sobre los programas o proyectos que se van a desarrollar para las mujeres en su comunidad, barrio, trabajo, entre otros. Además, el tema de derechos de las mujeres se ha incrementado y por más que se sigue en la búsqueda de defenderlos, no existe un respeto absoluto, persiste un desequilibrio entre hombres y mujeres, no se consigue un reconocimiento de que las mujeres no deben ser objetizadas y que todos tienen los mismos derechos.
El 19 de noviembre del año 2017, el periódico El Espectador publicó un artículo sobre los resultados de El Foro Económico Mundial el cual presentó una evaluación global sobre la brecha de género, donde Colombia ocupó el puesto 36 entre 144. La puntuación en igualdad económica es regular, las mujeres aún enfrentan importantes dificultades de acceso al empleo, y cuando entran en el mercado laboral, se enfrentan a diferencias salariales significativas y trabajan en los altos niveles de informalidad. Los resultados en participación política fueron bastantes deficientes siendo uno de los países de América Latina con la menor representación de las mujeres en la política.2
Por otro lado, en una entrevista realizada el 8 de marzo del 2018 a Ana Güezmes García, representante en la ONU de las Mujeres en Colombia, afirmó que en el país se está dando un cambio profundo, posible e inspirador. La entrada masiva de mujeres en el ámbito educativo es uno de esos. En Colombia el 55 % de egresados universitarios son mujeres. Por primera vez se están evidenciando movimientos de mujeres, como el de “Ni Una Menos” en América Latina, o el “Me Too”, con una gran aceptación que pueden mover estructuras. “Los hombres se están sumando a esta visión de un futuro donde nos podamos desarrollar todos y todas”.3
También afirma que en Colombia aún es muy común que mujeres permanezcan en relaciones violentas porque no tienen una alternativa económica distinta. Además se atenta contra la vida de las defensoras de derechos humanos o las líderes comunitarias, por el simple hecho de ser protectoras de los derechos de las mujeres.
En la misma entrevista resaltó que en Colombia, el DANE ha dicho, que las mujeres dedican el triple del tiempo que los hombres a tareas no pagadas, como son las tareas domésticas y de cuidados de niños o personas mayores. Hoy la ONU reconoce estas tareas como un trabajo que debe ser reconocido.3
Al empoderar a las mujeres, se genera un cambio en doble vía. Por un lado el crecimiento social explotaría todas las capacidades y habilidades innatas de las mujeres. Por otro lado, el autoconocimiento de la mujer significaría su propia revelación; un camino diferente al de la violencia. Representaría por ambos lados, una posibilidad de paz, de construir un país diferente.
Referencias: