Juan Diego Hernández Londoño Reportero comunitario
El pasado lunes 30 de marzo, la organización no gubernamental Más Que Tres Letras, con sede en la ciudad de Medellín, efectuó un grupo de apoyo virtual denominado “covid-19 y el VIH”, dirigido a personas que conviven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y al público en general que quisiera ampliar información al respecto.
Dicho evento contó con la participación de la doctora Ellen Lowenstein 1, médico de la Universidad Nacional de Colombia. La doctora Lowenstein lleva 38 años trabajando con pacientes seropositivos y tuvo la oportunidad de atender profesionalmente al primer paciente diagnosticado con VIH en Colombia.
Comunicando Belén participó en el grupo de apoyo virtual y acá les contamos algunos de los aspectos más destacados de la charla.
¿En qué consiste el VIH? ¿Es lo mismo que el sida?
El VIH es un virus que pertenece a la familia de los retrovirus. Se ha identificado que este virus pasó a los seres humanos por zoonosis, lo que quiere decir que proviene de una mutación que originalmente estuvo en alguna especie animal (en este caso, se ha identificado que proviene de los simios). El VIH-1, responsable de la mayoría de los casos activos en el mundo, se replica en células de defensa del organismo, específicamente en los llamados linfocitos T-CD4. Por esta razón, la infección no controlada pone en riesgo el sistema inmune y disminuye el número de células defensivas que podrían hacer frente a otras infecciones.
El sida, por su parte, es la fase más avanzada de la infección por VIH. La enfermedad toma su nombre de las siglas para Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. Se habla de que una persona padece sida cuando sus defensas son tan bajas que no tienen posibilidades de combatir con éxito a otros agentes infecciosos, lo que desemboca usualmente en el desarrollo de otras enfermedades que pueden llevarle incluso a la muerte.
Actualmente, a pesar de que no existe una cura definitiva para el VIH, existen tratamientos destinados a frenar su capacidad de replicarse. Los más extendidos en el mundo son las Terapias Anti Retro Virales (TARV), las cuales consisten en una combinación de tres o más medicamentos que los pacientes deben tomar en las dosis indicadas por sus médicos.
¿La población que convive con el VIH tiene un riesgo más alto que la población general frente al covid-19?
Lo primero que debe señalarse es que las personas que conviven con el VIH deben hacerse controles permanentes, los cuales incluyen exámenes de sangre para evaluar diferentes aspectos de su evolución. Para responder a esta pregunta, hay dos indicadores que resultan claves: la carga viral y el conteo de células CD4.
La carga viral se refiere a la concentración del virus en una muestra específica de sangre. Como actualmente no existe una cura definitiva frente al VIH, el objetivo de los tratamiento médicos actuales consiste en inhibir la reproducción del virus en las células de defensa del cuerpo. Cuando la muestra registra una cifra de 40 o menos, la concentración del virus es tan baja que es muy improbable que logre replicarse o incluso transmitirse a otras personas. A esta condición se le denomina indetectable y es la primera meta a alcanzar en el tratamiento del VIH.
Por su parte, los linfocitos CD4, células de defensa del organismo, son los principales afectados por la infección. En consecuencia, determinar el número de estas células en una muestra de sangre resulta de gran importancia para conocer cómo está preparado el cuerpo ante eventuales amenazas. Técnicamente, se considera que una persona con un conteo de CD4 por debajo de 200 está en mayor riesgo de contraer infecciones y, por lo tanto, es un indicador para el diagnóstico de sida. En contraste, si el conteo de CD4 es de 500 o superior, se estima que el paciente cuenta con mejores recursos para enfrentar a agentes patógenos.
Ahora bien: ¿qué relación tiene esto con el covid-19? La doctora Lowenstein explicó que los pacientes que presenten carga viral indetectable y conteo de CD4 superior a 500, lo cual se consigue con una adherencia al tratamiento, no tienen factores de riesgo especiales frente a la infección por el nuevo coronavirus. Los factores de riesgo para presentar covid-19 grave o crítico son básicamente los mismos que para la población general: tener más de 60 años de edad o presentar condiciones clínicas de base, tales como hipertensión, diabetes, afecciones cardiacas, tabaquismo crónico o enfermedades pulmonares.
Cabe suponer, señaló la doctora, que los pacientes con conteo de CD4 bajos, de alrededor o menos de 200, presentan mayores probabilidades de coinfección, bien sea por el coronavirus o por cualquier otro patógeno. Sin embargo, en cuanto al covid-19 no existen actualmente investigaciones suficientes para establecer relaciones concluyentes. Se espera que, a medida que los médicos del mundo van reportando sus hallazgos con la comunidad científica, se disponga de mayor información sobre este y otros aspectos.
¿Qué riesgos existen para los pacientes que hayan presentado tuberculosis asociada al diagnóstico de VIH?
La tuberculosis es una enfermedad que afecta a unas 10 millones de personas por año en el mundo, de las cuales fallecen aproximadamente 1,5 millones, según los datos recopilados por la Organización Mundial de la Salud para 2018. Se estima que más de 250.000 personas afectadas por la tuberculosis presentaron también infección por VIH, lo que muestra una importante relación entre ambos cuadros clínicos.
Se trata de una infección causada por una bacteria y que afecta principalmente al sistema respiratorio, en especial a los pulmones. La bacteria, denominada Mycobacterium tuberculosis, se transmite, al igual que el coronavirus, por la vía de aerosoles (pequeñas gotas que salen de la tos, los estornudos o la saliva que se expulsa al hablar) y es altamente contagiosa. Por esta razón, los pacientes que presentan esta condición deben conservar aislamiento preventivo y usar tapabocas, al tiempo que deben seguir un tratamiento con varios fármacos que se administran por periodos que varían entre 9 meses y un año.
Con respecto a los riesgos asociados al covid-19, la doctora Lowenstein explicó que muchos pacientes logran superar esta enfermedad sin presentar afectaciones pulmonares significativas, por lo cual sus factores de riesgo son los mismos que los de la población general. Sin embargo, si hubo algún tipo de alteración pulmonar, como por ejemplo la pérdida de alguna región del pulmón, sí podría haber un mayor riesgo de tener una evolución negativa en caso de infección por coronavirus (aunque esto no está estudiado con suficiencia).
La doctora Lowenstein manifestó que hay diferentes fármacos que se han administrado a pacientes que presentan covid-19, incluyendo la cloroquina o la hidroxicloroquina (usados principalmente en el tratamiento de la malaria) y una combinación de lopinavir y ritonavir, conocida comercialmente como Kaletra. Esta última es una de las medicaciones que se formulan como antirretrovirales para pacientes en tratamiento por VIH.
Actualmente existe controversia sobre la efectividad de usar Kaletra en pacientes de covid-19, debido a que faltan estudios suficientes y a que muchas de las personas que la han recibido para enfrentar esta nueva pandemia han sido medicadas de manera tardía.
La actividad de Kaletra consiste en que inhibe la replicación de los retrovirus en las células del cuerpo humano, lo que incide en la disminución de la concentración de los virus (carga viral).
Ahora bien, la doctora Lowenstein fue clara en dos aspectos fundamentales:
- Primero, que los medicamentos anteriormente mencionados sólo se les administran a pacientes que requieren hospitalización porque presentan cuadros graves o críticos de covid-19. Muchos de los infectados por el nuevo coronavirus no requieren tratamiento para combatir el virus, ya que logran recuperar su salud luego de pasar por una etapa de enfermedad.
- Segundo, que es de vital importancia no automedicarse. Medicamentos como la Kaletra u otros antirretrovirales pueden tener efectos tóxicos que requieren de monitoreo constante por parte del médico. Adicionalmente, si las personas que no requieren este fármaco lo compran de manera masiva o descontrolada, se corre el riesgo de desabastecer a los pacientes que realmente lo necesitan, lo que podría conllevar a mayores riesgos para la salud pública.
¿Las personas que conviven con el VIH deben cambiar sus tratamientos actuales?
No. No está comprobado que se requiera cambiar el esquema de fármacos que ha sido formulado por el médico, por lo cual la doctora Lowenstein insiste en que las personas deben continuar con sus tratamientos tal y como les fueron formulados. Esto contribuye a mantener una carga viral indetectable y un nivel de CD4 que ayude a proteger contra infecciones, lo que resulta indispensable para minimizar riesgos frente a covid-19 y, en general, frente a otras enfermedades contagiosas.
¿La crisis actual por el covid-19 podría significar que se invierta menos en los programas de atención a personas con VIH?
Aunque no hay información al respecto, se espera que, por tratarse de una situación especial, la pandemia por el coronavirus no afecte las inversiones en el tratamiento de condiciones como el VIH. Los gobiernos y las entidades de salud en el mundo siguen atendiendo las mismas necesidades que han venido cubriendo en los últimos años.
¿Existe algún medicamento para tratar el covid-19 que sea contraindicado para personas con VIH?
De nuevo hay que aclarar que no hay información suficiente al respecto. Sin embargo, la doctora Lowenstein dijo que no se han reportado interacciones medicamentosas que impliquen riesgos para los pacientes, aunque cada médico tratante debe hacer el seguimiento correspondiente y ajustar los tratamientos en caso de ser necesario.
Aquí se hace necesario explicar dos cosas.
Lo primero es que la vía de transmisión de cada virus es diferente: mientras que el coronavirus se transmite por contacto con gotículas emanadas por la persona infectada o con superficies en las que el virus pueda estar activo, el VIH se transmite por fluidos, especialmente sangre y fluidos sexuales. De esta manera, la principal fuente de transmisión del VIH es sexual (aunque puede haber transmisión por transfusiones sanguíneas u otra interacción entre la sangre de una persona infectada y una sana), mientras que la del covid-19 es por vía aérea. Esto explica por qué las medidas de salud pública frente a la pandemia actual se concentran en el aislamiento preventivo, como forma de evitar el contacto con partículas activas del virus.
Lo segundo se refiere a lo que se conoce técnicamente como el número reproductivo básico o R0, que significa la cantidad de personas a las que puede contagiar una persona infectada. De este modo, según la doctora Lowenstein, mientras el R0 para el nuevo coronavirus es de 2 a 2,5, el R0 para el VIH se estima entre 5 y 7. En otras palabras: una persona con covid-19 podría infectar a 2 o más personas, mientras que alguien que registre VIH positivo podría contagiar a entre 5 y 7 personas.
Cabe mencionar que una persona con VIH que registre una carga viral indetectable presenta posibilidades muchísimo menores, casi nulas, de contagiar a otros. Sin embargo, se deben conservar medidas preventivas como evitar donaciones de sangre o tener precaución en cuanto a la actividad sexual, haciendo uso del preservativo y cuidando las relaciones sexuales.
¿Cuál ha sido la evolución del VIH en Colombia y cuál es la situación actual?
La doctora Lowenstein recordó la época en la cual trató al primer paciente con VIH en Colombia, en el año 1984. Para entonces, los médicos del país no sabían a qué se enfrentaban y los tratamientos que hay disponibles hoy no se habían desarrollado, por lo cual, en su momento, se trataba de una enfermedad mortal. De hecho, este primer paciente falleció como consecuencia de esta circunstancias.
En un principio, manifestó la profesional, el estigma social era muy fuerte, no solamente hacia los pacientes sino también hacia el personal médico que los trataba. Algunos de los estigmas, que luego se han venido desmintiendo, se referían a que la enfermedad afectaba solamente a hombres que tuvieran sexo con hombres (HSH) o a que había más vías de contagio de las que realmente existen.
Aunque algunos estereotipos todavía persisten, hay que mencionar que en la actualidad no se trata de una enfermedad que signifique irremediablemente la muerte. Así, aunque no hay una cura definitiva, una persona que se encuentre correctamente diagnosticada y en el tratamiento adecuado puede tener condiciones de vida normales. De hecho, la doctora Lowenstein estimó que en Colombia la mortalidad por VIH y causas asociadas disminuyó al 2% de los casos o menos, debido especialmente a la efectividad de los tratamientos antirretrovirales.
Otro estereotipo que se ha desmentido es que se trate de una condición exclusiva de los HSH. La principal muestra de ello es que, actualmente, en Colombia hay 1 mujer por cada 2 hombres con diagnóstico positivo para VIH. Esto se puede deber a la transmisión entre parejas heterosexuales, en especial por transmisión de un hombre con comportamientos sexuales de riesgo que contrae el virus y luego contagia a su pareja.
Actualmente, se encuentran reportadas en Colombia 95.745 personas que viven con el VIH, de las cuales el 82,9% tienen acceso a tratamiento antirretroviral. Esta información oficial, relacionada con la situación del VIH en Colombia, se ha tomado de la Cuenta de Alto Costo, a la cual se puede acceder en el siguiente enlace: https://cuentadealtocosto.org/site/vih/. La doctora Lowenstein recomendó buscar allí los datos que se requieran para entender la actualidad de la infección.
¿Qué recomendaciones se ofrecen para las personas que recién se enteran de su diagnóstico de VIH?
Tanto si se trata de la actual contingencia del covid-19 como en condiciones normales, la profesional recomendó que lo más importante es no angustiarse. Si una persona acaba de enterarse de que su prueba para diagnóstico de VIH resultó positiva, debe tener en cuenta que el tratamiento antirretroviral puede ayudarle a alcanzar una carga viral indetectable en un periodo que oscila entre 2 y 4 meses. De esta manera, es imprescindible tomar los fármacos que ha indicado el médico tratante y con la frecuencia que se han formulado.
Asimismo, la comunicación es fundamental. Por esta razón, la doctora insistió en que es importante comentarle a la pareja o a los contactos sexuales cuál es la condición de la persona. Es posible que quien recién se entera de su diagnóstico no se atreva a compartir esta información; frente a ello, la recomendación clave consiste en comentarle al médico tratante, quien puede brindar asesoría sobre la manera como se puede hacer este proceso. Si bien la decisión de comentar si es o no seropositiva es personal, sí es muy aconsejable compartirla con quienes puedan estar en riesgo, bien sea por infección o porque han sido la posible fuente de contagio. Mientras más rápido y con mayor rigurosidad se siga el tratamiento, mejores son las posibilidades de recuperar la calidad de vida y minimizar riesgos para la salud pública.
De manera complementaria, la situación actual frente al covid-19 requiere que todos estemos vigilantes. Por esta razón, si alguien recién se entera de que vive con el VIH, debe acatar las recomendaciones que brindan las autoridades en cuanto a la prevención del contagio por el nuevo coronavirus.
La doctora Lowenstein recalcó que la prueba diagnóstica para la identificación del covid-19 no tiene ningún costo y la administra la EPS correspondiente o la autoridad pública de salud de cada localidad (por ejemplo, la Secretaría de Salud para el caso de Medellín). Si usted presenta síntomas de alerta (fiebre, dolor de garganta, tos seca y dificultad respiratoria), solicite que se le practique la prueba correspondiente; para ello, puede solicitar atención en Medellín en la línea 123 o en el teléfono que le haya indicado su EPS.
En conclusión…
Si las personas que conviven con el VIH se encuentran en el tratamiento médico adecuado, las posibilidades de contraer covid-19 son las mismas que para la población general. Los factores de riesgo son iguales que para el resto de personas y se relacionan con enfermedades preexistentes o con ser mayores de 60 años. Quienes estén en tratamiento médico para el VIH deben continuarlo de manera habitual y seguir las recomendaciones de las autoridades para prevenir el contagio, incluyendo el aislamiento preventivo y el lavado de manos frecuente.
Agradecemos a la ONG Más Que Tres Letras por autorizarnos a replicar la información compartida en el grupo de apoyo virtual que ellos organizaron. Si usted quiere ampliar información sobre VIH o sobre las actividades de Más Que Tres Letras, puede ubicarlos en su portal web www.masquetresletras.org o en su página de Facebook, www.facebook.com/masquetresletras.
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- Especializada en medicina interna de la Pontificia Universidad Javeriana y magíster en VIH de la Universidad Rey Juan Carlos. Luego de trabajar durante más de 20 años en el Hospital Simón Bolívar de la ciudad de Bogotá, lleva cerca de 14 años prestando sus servicios para el Hospital Universitario San Ignacio de la Pontificia Universidad Javeriana de la capital colombiana. ↩