Por: Andrea Flórez Caro Colaboradora
El Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) es un concepto un poco abstracto pero que ha estado ganando relevancia en los últimos años. Intenta representar una idea que queda bastante bien ilustrada con su nombre, cosas que se conectan al Internet, pero va mucho más allá de eso.
Hay varias maneras de concebir el Internet de las cosas, como una red que interconecta objetos físicos valiéndose del Internet, “la interconexión a través de Internet de dispositivos informáticos integrados en objetos cotidianos, lo que les permite enviar y recibir datos”, a miles de millones de objetos conectados digitalmente, la posibilidad de que cualquier objeto esté conectado a Internet, un escenario en el que diversas cosas están conectadas y se comunican, objetos inteligentes conectados, entre otras.
De forma simple, el Internet de las cosas trata de objetos conectados entre sí por medio de la red, estos intercambian información y facilitan la realización de diversas acciones.
Todos esos dispositivos conectados recolectan y comparten datos, lo que hace el IoT es conectar tus dispositivos a Internet o a otros aparatos para que puedan realizar nuevas funciones como controlar elementos inteligentes de forma remota o recibir alertas y actualizaciones de estado.
En los inicios del IoT, este se limitaba a computadoras, smartphones y tablets, pero el número y variedad de dispositivos conectados ha aumentado exponencialmente, incluyendo grandes y pequeños electrodomésticos, bombillas, termostatos, videoconsolas, cámaras de vigilancia, entre otros.
El Internet de las cosas se puede evidenciar en una persona con un implante de monitor de corazón, un animal con un chip para su localización, un automóvil que tiene sensores incorporados para alertar al conductor cuando la presión de los neumáticos es baja y en general cualquier elemento natural o artificial al que se le pueda asignar una dirección IP y darle la capacidad de transferir datos a través de una red.
Con todo lo anterior podemos identificar una constante en el IoT, la cual es su objetivo: permitir que las cosas se conecten a Internet para que se comuniquen entre ellas y así se pueda aprovechar al máximo sus aplicaciones y hacer un uso eficiente de la comunicación, tanto entre las maquinas como entre las personas, aproxima cada vez más el mundo físico al digital.
Para realizarnos una mejor imagen mental de lo que esto representa, imaginemos nuestra casa. Pensemos en todo lo que hay en ella: imagina que tu nevera puede avisarte que un alimento se acabó y puedes buscar en qué mercados está disponible y a qué precio, además, la misma nevera te sugiere recetas con las cosas que hay en ella.
Ahora, para ilustrar la idea de la conectividad, imagina que cuando tu despertador suene en la mañana, envía un mensaje a la cafetera para que empiece a preparar el café o que desde tu celular, mientras esperas que el tráfico avance, envías una orden para que la lavadora comience a funcionar. Objetos conectados entre sí que se comparten información para poder crear y realizar una acción.
Una aplicación más ambiciosa son las Ciudades Inteligentes, ciudades equipadas con redes integradas para garantizar el funcionamiento de ellas. Tokio y Londres son un ejemplo de esto, donde la interconexión se aplica a semáforos, cámaras de vigilancia, sistema de transporte público…
Otras aplicaciones que el Internet de las cosas ofrece se puede ver en pequeños negocios como una tienda donde se te avise el momento en que un objeto es vendido y así se pueda actualizar el stock de la mercancía, o un parqueadero donde se sabe exactamente la ubicación de un carro y el tiempo que lleva estacionado.
En el sector agropecuario ya se usan sistemas con sensores que notifican sobre el estado de los cultivos, las condiciones del clima, su ritmo de crecimiento y el control de plagas.
También se evidencia el IoT en la industria de producción en masa, donde la maquinaria se encarga de controlar los procesos de fabricación, se dan órdenes a los robots ensambladores, hay sensores de temperatura y control de producción.
También en el control de la infraestructura urbana como cámaras vías, en el control ambiental, pues se puede acceder prácticamente desde cualquier parte a información de sensores atmosféricos, meteorológicos y sísmicos.
En el área de la salud se evidencia en los sistemas empleados en clínicas y hospitales que permiten al personal de la salud monitorear a los pacientes sin estar necesariamente a su lado.
Este es un tema que cada vez adquiere mayor relevancia en el mundo, si quieres saber más, puedes ver la charla TED del Dr. John Barrett donde explica el Internet de las Cosas:
FUENTES DE CONSULTA:
https://hipertextual.com/archivo/2014/10/internet-cosas/
https://www.hostgator.mx/blog/internet-de-las-cosas/
https://es.digitaltrends.com/tendencias/que-es-el-internet-de-las-cosas/
https://geographica.com/es/blog/internet-de-las-cosas/
https://www.internetsociety.org/es/resources/doc/2015/iot-overview
https://searchdatacenter.techtarget.com/es/definicion/Internet-de-las-cosas-IoT
https://retina.elpais.com/retina/2018/01/22/talento/1516639374_582456.html