Por Sebastián González Pérez Colaborador
“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos”. Albert Einstein
En las crisis es donde sale a flote la creatividad de las personas y reinventan sus vidas, dejan de hacer lo que siempre están acostumbrados a hacer y en la mayoría de los casos… salen bien las cosas.
Esta pandemia que nos está tocando enfrentar obligó a muchas personas a cambiar sus vidas, sus rumbos, sus actividades, sus formas de pensar. Ya todo es diferente.
Incluso en la vida personal, afectiva, familiar, las cosas nos cambiaron y es en situaciones de crisis donde se conocen las personas que realmente valen la pena.
El comercio cambia, muchos negocios ya no están abiertos, muchos de ellos se han reinventado o han cerrado definitivamente, los espacios ya no son los mismos porque seguramente hubo una reducción por fuerza mayor al no tener la misma cantidad de clientes y ventas que antes; por lo tanto, fue necesario reinventar las ventas y migrar a los comercios digitales que en la actualidad han tomado más fuerza.
En la vida social pasa lo mismo, ya no se puede volver como antes a ver los establecimientos repletos de gente divirtiéndose, al menos por mucho tiempo; ahora se prefieren (más que preferir es necesario) los espacios más pequeños, más íntimos, e incluso encuentros en casas con los más allegados con el fin de proteger sus vidas.
Lo mismo pasa en el deporte, ya no tenemos la oportunidad de ver los tan animados clásicos Paisas llenos de rojos y verdes eufóricos gritando los cánticos de cada equipo y abrazando al desconocido del lado con el gol del su equipo favorito, ya todo es más tímido, incluso con desconfianza con el que está al lado por temor a un contagio.
Las personas en esta pandemia aprendimos a ser más solidarios, a compartir espacios que antes no teníamos previstos, a fortalecer lazos familiares, a aprender a valorar lo que se tiene, a ser creativos y protegernos entre todos.
Esta pandemia es un “alto” en el camino para aprender a vivir distinto. Cuando lleguen las vacunas y las soluciones para normalizar nuestras vidas, será una nueva vida, viviremos distinto, más conscientes de nuestro propio… por eso, hay que aprovechar las oportunidades que se presenten y este “alto en el camino” es una nueva oportunidad de vida para todo el mundo.
