Sonriente y segura de sí misma, la docente María Elena Hernández se expresa con claridad cuando se refiere a su curso de bordado avanzado. Pero cuando habla sobre las integrantes de este grupo en particular, sus palabras ganan un tono más cercano y cariñoso.
“Este es un grupo que ha generado lazos de amistad. Se comparten muchas ideas, todo lo que les ocurre en la semana, el día a día. Si de pronto una de ellas está enferma, la otra la apoya, le manda mensajitos, le pregunta si ya está mejor de salud; a la vez que se ayudan mucho en la compra de los materiales. Ejemplo: hay que comprar un metro de una tela que tiene X precio, entonces para que les salga más favorable, alguien compra y hacen fracción de telas para poder trabajar todos los proyectos”.
Esto se nota cuando escuchamos a dos de las voces que integran el grupo: la de Nubia y la de Luz Elena, quienes han encontrado camaradería y entretenimiento a la vez que aprenden un bello oficio.
Más que un grupo de bordado, un club de amigas
Su nombre es Nubia Giraldo, pero confiesa que la conocen como “alias Nubi”. Las compañeras del curso ríen, confirmando que el sobrenombre tiene apoyo grupal.
Nubia nos cuenta que su intención inicial para 2022 no era estudiar bordado avanzado, pero la convenció saber que sus amigas se matricularon justo allí. Así lo resume:
“Ya llevo varios cursos. Supuestamente no iba a seguir en este, pero quisimos seguir por todo el grupo tan chévere que estamos, todas las chicas”.
Por su parte, Luz Elena Gómez fue de aquellas que se inscribieron a bordado avanzado desde el comienzo. Además de aprender, Luz Elena aprovecha para hacer algo que le produce bienestar: socializar.
“Lo que más me ha gustado del curso, aparte de todo lo que hemos aprendido, es el compañerismo que tenemos”.
Luz Elena señala cómo la colaboración y el compañerismo del que hablaba también sirven para el aprendizaje:
“El ambiente es de mucha colaboración, porque nos colaboramos unas a otras cuando no entendemos muy bien las puntadas que hay que dar, la profe se integra mucho con nosotros y todas tratamos de ayudar la una a la otra si está enredada en algo que tiene que hacer”.
El arte de “hacer terapia con las manos”
El bordado por sí solo es un arte bastante amplio y requiere dedicación. Pueden pasar horas o hasta jornadas enteras antes de que una pieza quede terminada.
Sin embargo, para la profe María Elena hay un tesoro escondido en esta actividad: que puede funcionar como terapia.
“Es como hacer terapia con las manos porque, mientras están tejiendo, mientras están bordando, están logrando muchas conexiones neuronales que les ayudan a disipar el estrés que les ocasiona el trabajo o situaciones personales, y les ayuda también a coger confianza en sí mismas y saber que con las manos de cada una de ellas logran proyectos tan bonitos”, indica.
Luz Elena sabe muy bien qué es esto de “hacer terapia con las manos”. Participar del curso la ayuda a desestresarse, cambia de actividad, mantiene activas cabeza y manos y además está entre amigas.
“Mis hijos están encantados porque estoy haciendo algo distinto a estar en la casa encerrada, y mis amigos viven felices porque los cojines me quedan muy lindos, que cuándo les voy a hacer y que cuánto les voy a cobrar”, termina riendo con ganas.
El curso de bordado como escuela de artistas
Nubia recuerda que desde el principio era negada para la costura. Ahora que mira hacia atrás el camino que ha recorrido, lo puede contar entre risas y con mucho amor propio.
“Al principio me dio duro porque yo de bordado era nula. Cuando estudiaba en el colegio siempre perdía costura. Entonces me dio muy duro aprender. Pero es una experiencia agradable”.
Ahora, gracias a su empeño y a los diferentes cursos en los que ha participado, puede sacar pecho por sus logros. “He hecho muchos cojines. Le he hecho colibrís a mi nieto, a mi hijo, he hecho cojines bordados muy bonitos, para qué”, remata como quien quiere vender su marca propia.
Nubia cree que la mejor decisión que pudo haber tomado al pensionarse fue afiliarse de nuevo a Comfama. Así justifica su decisión:
“Yo me vine a afiliar otra vez a Comfama ya después de jubilada. Son muchos cursos, muchos viajes… es muy chévere. Yo le diría a toda la gente que cuando se jubile se afilie a Comfama, como lo hice yo”.
¿Cómo acceder al curso de bordado avanzado en Comfama?
Si a usted le interesa aprender o practicar sus conocimientos en bordado, o quiere encontrar un espacio para socializar con otras personas mientras inicia en este arte, Comfama le permite variedad de sedes y horarios, con un precio accesible y mucha calidad humana.
Para conocer más sobre la oferta y matricularse, puede hacer clic en este enlace y visitar la Tienda Comfama. Allí podrá seleccionar curso, sede y horarios.
Si prefiere hacerlo de manera presencial, puede solicitar asesoría en la sede Comfama Los Molinos, ubicada en el piso 3, zona Bosque. El Centro Comercial Los Molinos está en la calle 30A # 82A-26, en la comuna de Belén.
También puede obtener más información en las líneas telefónicas 604 360 7080 (Medellín y alrededores) y 018000 415 455 (resto del país).
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