Vamos Belén

Juan Diego Hernández Londoño

Reportero comunitario

Fuente: imágenes de Google
Protesta de mujeres trabajadoras al principio del siglo XX.

Durante los últimos años, la búsqueda de la equidad de género ha estado presente en diferentes ámbitos de la vida pública. En organismos gubernamentales, en redes sociales e incluso en grupos de amigos, las conversaciones sobre las diferencias entre hombres y mujeres, especialmente en cuanto a la garantía de sus derechos, se convierten en materia de debate.

Sin embargo, ¿desde cuándo estamos hablando de equidad de género?

En algunas de las culturas de la antigüedad, el papel histórico de la mujer quedó en el olvido, acumulando polvo entre los libros olvidados en los estantes. Si bien han existido notorias excepciones, pasaron muchos siglos en los que las mujeres parecían relegadas a labores domésticas, tales como cuidar del hogar y de los hijos o simplemente servir como vientres para la reproducción. También, el cuerpo femenino ha sido tradicionalmente objeto de las luchas del poder: cuando un poblado sufría una invasión de algún grupo armado, las mujeres servían como botín de guerra y los invasores satisfacían con ellas sus deseos sexuales y violentos.

El reconocimiento de las mujeres trabajadoras

Ya entrado el siglo XIX, las fábricas necesitaban mano de obra constantemente, por lo cual se contrataba a muchas mujeres que ejercían labores pesadas y en horarios extenuantes. Estas condiciones eran las mismas a las que se veían sometidos los hombres, con una diferencia significativa: los salarios para ellas solían ser menores. 

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Mujeres trabajadoras en una fábrica. Siglo XIX.

Esto hizo que en 1875, el 8 de marzo, un grupo numeroso de mujeres que trabajaban en una fábrica textil en Nueva York decidieran marchar como forma de protesta frente a esta brecha salarial. La respuesta fue una dura represión policial que desencadenó en el fallecimiento de unas 120 trabajadoras.

 

Con este antecedente, el 8 de marzo de 1909 se convocó al primer Día Nacional de la Mujer en los Estados Unidos, convocado por sindicatos de trabajadoras e integrantes de un partido político socialista. Se estima que ese día marcharon unas 15.000 mujeres por las calles de Nueva York, quienes demandaban mejores salarios, jornadas laborales más cortas y, no menos importante, el derecho al voto.

Al año siguiente, en 1910, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague (Dinamarca) designó al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, cuya primera conmemoración sucedió al año siguiente.

Foto: wikimedia
Incendio en la fábrica textil Triangle Shirwaist, Nueva York.

Pocos días después, el 25 de marzo de 1911, se desató otra tragedia en Estados Unidos en la cual 146 trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York,  debido a que no pudieron salir del edificio pues los propietarios las encerraron sin posibilidad de escapar: sellaron las puertas de las escaleras y de las salidas para evitar que las empleadas robaran. Este hecho repercutió posteriormente en la legislación laboral y dio origen al Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles.

En la década siguiente, el nombre de la conmemoración fue cambiando hacia el Día Internacional de la Mujer, tal y como lo conocemos hoy en día. Con esto se buscaba defender no solo a las mujeres trabajadoras sino a todo el género femenino, con lo cual estas reclamaciones ganaron mayor notoriedad y se difundieron a diferentes países del mundo.

Los derechos de las mujeres en Colombia

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Primera cédula expedida a una mujer en Colombia.

Para el caso colombiano, la Ley 28 de 1932 reconoció la igualdad de la mujer en el campo de los derechos civiles. A pesar de ello, no fue hasta 1947 cuando se presentó el proyecto de ley que permitía el voto a la mujer, lo que desembocó en una reforma constitucional efectuada el 27 de agosto de 1954. Como consecuencia, la primera cédula colombiana otorgada a una mujer se expidió el 25 de mayo de 1956 y correspondió a Carola Correa de Rojas Pinilla, esposa del entonces presidente Gustavo Rojas Pinilla, cuando ella tenía 51 años de edad. El documento, con número 20.000.001, habilitaba así a la primera mujer para elegir y ser elegida en las elecciones nacionales. 

Hoy, más de 60 años después, en nuestro país sigue habiendo diferencias entre hombres y mujeres, en especial en cuanto a remuneraciones y a representatividad en la vida pública. 

Por esta razón, el 8 de marzo de 2020, cuando conmemoramos una nueva edición del Día Internacional de la Mujer, tengamos en cuenta que, más que regalar flores o chocolates, se trata de una fecha para cuestionarnos sobre estas diferencias y lo que podemos hacer para combatirlas.

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