Texto: Manuela Muñoz Acevedo
Estudiante Psicología
Universidad Católica Luis Amigó
La naturaleza y las normas sociales nos dicen que hay un tiempo y una edad adecuada para cada cosa: caminar, hablar, trabajar, tener una cédula; pero realmente, ¿habrá una edad para comenzar a tener relaciones sentimentales?
La niñez es la etapa más importante para el relacionamiento, se deben fomentar espacios donde los niños desarrollen sus habilidades sociales y comiencen a explorar su personalidad en conjunto con otros niños que están pasando por los mismos procesos de exploración.
La edad temprana
La edad temprana es definida generalmente entre los 10 y los 14 años, donde si bien ya hemos adquirido capacidades sociales básicas y buscamos tener relaciones sentimentales, no estamos realmente preparados para lo que ello significa.
Constantemente damos por sentado la responsabilidad y el compromiso que requiere una relación para funcionar sanamente.
Tal es el caso de los adolescentes que entablan una relación sin las herramientas, el carácter y la madurez necesarias, terminando con malas experiencias que arruinan nuestra percepción de las relaciones en el futuro.
En ocasiones, ni siquiera como adultos hemos alcanzado la madurez suficiente para mantener una relación sana y duradera, y aun así dejamos a los niños involucrarse en ellas.
Sin embargo, no se debe desconocer que es una experiencia que deben tener para su aprendizaje. Siempre de manera guiada y contando con el acompañamiento constante de los padres.
El manejo de los padres
Los padres deben aprender a reaccionar ante estas circunstancias y analizar la situación para determinar qué reglas imponer.
Además deben tener una conversación abierta con los hijos y decidir si deben o no permitir que asuman esta responsabilidad a una edad temprana.
En realidad, no hay una edad específica para comenzar una relación o para garantizar que funcione, pero mientras crecemos y ampliamos nuestro conocimiento del mundo.
También aprendemos a entender mejor nuestros propios sentimientos, creamos empatía con las demás personas y adquirimos una mayor madurez emocional.
Por lo anterior es más probable que tengamos relaciones exitosas y provechosas, que no perjudiquen nuestra paz y estabilidad personal.
Sin embargo, los adolescentes tienen una tendencia a llevar una vida precoz en cada aspecto de su vida y las relaciones sentimentales no serían un tema aislado, también involucran el inicio de su vida sexual.
En América Latina, aproximadamente 50 % de los adolescentes menores de 17 años son sexualmente activos; en Colombia 15 % de los adolescentes y jóvenes han iniciado su actividad sexual en la adolescencia temprana.
La tasa de embarazo en adolescentes en Medellín actualmente supera el 15 %, una de las más bajas en 20 años.
