A medida que nos acostumbramos a convivir con la pandemia del coronavirus, las mascarillas se convirtieron en parte de nuestro atuendo diario y de nuestra lista de compras. Ante la arremetida de nuevas olas y variantes, muchas personas optan por conseguir tapabocas de alto rendimiento como los N95, KN95 y KF94.
Estos tapabocas son mucho más costosos que los quirúrgicos desechables (los que tienen la cara interna de color blanco y son azules por fuera). Por eso es importante que sepamos si los podemos reutilizar o desinfectar, además de cuánto tiempo serán útiles.
En esta entrada hablaremos sobre los cuidados, la durabilidad y otras recomendaciones que debemos tener con las mascarillas avanzadas.
¿Cuáles son los tapabocas de alto rendimiento?
Este tipo de tapabocas, como ya dijimos, son los más recomendables para el uso médico. La tecnología con la que están construidos permite una mayor filtración de micropartículas y por esto son más seguros para labores de riesgo.
Sin embargo, en días recientes las autoridades sanitarias de los Estados Unidos han venido recomendando a la población que prefiera este tipo de mascarillas.
Algunas de las referencias más comunes en el mercado son N95, KN95 y KF94. Estos modelos tienen varias capas de filtración que aseguran atrapar entre el 94 y el 95 % de las partículas peligrosas (de ahí los números en cada referencia).
Para saber más sobre cada tipo de cubrebocas, recomendamos leer esta entrada de The New York Times en español.
Ahora bien: los tapabocas de alto rendimiento no están diseñados para uso permanente. ¿Qué quiere decir esto? Una vez ha terminado su vida útil, deben desecharse tal y como lo hacemos con las mascarillas corrientes.
¿Cuánto tiempo puedo usar las mascarillas avanzadas?
De acuerdo con Anne Miller, directora del proyecto N95 entrevistada por The New York Times, la vida útil promedio de los tapabocas de alto rendimiento es de unas 40 horas.
Esto quiere decir que se puede usar la misma mascarilla durante 5 días de trabajo, suponiendo un uso constante del cubrebocas en una jornada laboral de 8 horas al día.
Por las características propias de su diseño, los tapabocas suelen presentar signos de desgaste cuando se acaba su vida útil. Pueden deformarse, estar visibemente sucios o romperse sus correas.
Sin embargo, no todas las personas necesitan usar mascarilla de manera permanente. Muchas solo salen en algunos momentos del día y las emplean por periodos cortos, de 15 o 30 minutos mientras hacen sus diligencias.
De ahí que los tapabocas de alto rendimiento puedan usarse incluso durante semanas, teniendo en cuenta algunos cuidados y recomendaciones de los que hablamos a continuación.
¿Cómo reusar los tapabocas de alto rendimiento?
Lo primero que debemos decir es que estos tapabocas no se pueden lavar. Parte de su diseño para la filtración de partículas depende de finas capas de material que se ha cargado electrostáticamente, y sustancias como el agua u otros líquidos anulan esta función.
Para decirlo de otra manera: si la mascarilla se moja o se humedece, es mejor darla por perdida.
¿Y entonces cómo podemos limpiar o desinfectar nuestros tapabocas de alto rendimiento para que sigan siendo seguros?
La respuesta está en el propio diseño de los cubrebocas. Las partículas que quedan atrapadas en sus barreras suelen disiparse en el aire al cabo de algunas horas. Además, el SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios no resisten mucho tiempo en condiciones de ambiente, por lo que se inactivan en pocas horas o incluso minutos.
Linsey Marr, experta en transmisión viral entrevistada por The New York Post, dijo que «estamos estudiando esta cuestión empleando una forma más realista de introducir virus en aerosol en una N95, y el virus decae hasta niveles casi indetectables en 30 minutos».
De esta manera, la recomendación es colgar la mascarilla durante algunas horas antes del siguiente uso. Para ello se pueden emplear ganchos como se muestra en la imagen.
Otros cuidados
Si lo que queremos es usar los tapabocas de alto rendimiento durante solo unos minutos u horas al día, necesitaremos cuidados adicionales para reusarlos de manera segura. A continuación compartimos algunas recomendaciones para alargar la vida útil de estos dispositivos:
- Manipularlos siempre por las correas. Para poner y quitar los tapabocas, evitemos en todo momento tocar la parte que cubre la cara.
- Llevarlos en lugar seguro. Si guardamos nuestros cubrebocas en el bolso o en el vehículo, es mejor conseguir una bolsa plástica resellable con la que podamos protegerlos mientras están guardados.
- Airearlos diariamente. Como ya dijimos, al final del día los podemos colgar en un lugar fresco y seco durante algunas horas.
- Lavar nuestras manos. La higiene de nuestras manos es fundamental antes y después de manipular los tapabocas. Así evitamos posibles contactos con virus activos.
- Desecharlos adecuadamente. Una vez se han cumplido las 40 horas de uso o cuando el deterioro lo indique, cortemos las correas de los cubrebocas y depositémoslos en las canecas adecuadas para ello (residuos ordinarios –caneca negra– o, cuando esté disponible, de riesgo biológico–caneca roja–).
Esta entrada se elaboró con base en el artículo «¿Cuánto tiempo puedo usar el mismo respirador N95, KN95 o KF94?», traducción del original de Tara Parker-Pope para The New York Times. La nota completa puede consultarse aquí.